Mi propio camino de búsqueda y sanación me llevó a comprender que, cuando somos acompañados con presencia y cuidado, algo profundo dentro de nosotros comienza a ordenarse. Desde ese lugar, hoy acompaño a personas que desean reconectar con su esencia, encontrar calma y habitar su vida con mayor conciencia.

En cada encuentro, sostengo un espacio seguro y respetuoso, donde el silencio, la palabra y el cuerpo pueden dialogar. Mi enfoque integra prácticas somáticas, de autoindagación y presencia compasiva, para que cada proceso encuentre su propio ritmo y dirección.

Además de mi trabajo en sesiones individuales, también facilito formaciones terapéuticas, creando espacios de aprendizaje profundo donde otros profesionales y estudiantes pueden integrar estas herramientas y aplicarlas con claridad y sensibilidad en sus propios procesos de acompañamiento.

Creo que la sanación no es un punto de llegada, sino un camino íntimo y único, que se recorre con paciencia y amor. Mi compromiso es estar presente en ese viaje, honrando cada historia y acompañando el despliegue de lo que, en lo más profundo, ya sabe cómo volver a la luz.